El
concepto de desarrollo humano surgió de los debates globales desarrollo que
tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo XX sobre de la relación entre
crecimiento económico y . A principios de los años 60, empezaron a surgir voces
que reclamaban "destronar" al Producto Interior Bruto (PIB): el
crecimiento económico se había convertido en un objetivo que cumplir y en un
indicador del progreso nacional en muchos países, y ello a pesar de que el PIB
no fue concebido para medir el bienestar. En los 70 y los 80, los debates sobre
el desarrollo plantearon un enfoque alternativo que trascendiera al PIB,
primero poniendo un mayor énfasis en el empleo, luego en el crecimiento
redistributivo, y por último en la satisfacción de las necesidades básicas de
las personas.

- Los
individuos: el
enfoque del desarrollo humano se centra en mejorar la vida de las
personas, en lugar de creer que el crecimiento económico llevará de forma
automática a mejores oportunidades para todos. El crecimiento económico es
un importante medio para el desarrollo, pero no un fin en sí mismo.
- Las
oportunidades: el
desarrollo humano consiste en dar a las personas más libertad y más
oportunidades para vivir una vida que valoren. En la práctica, esto
significa desarrollar las capacidades de las personas, y darles la
oportunidad de poder usarlas. Por ejemplo, educar a una niña le
proporcionará habilidades, pero de poco le servirán si no tiene acceso al
empleo en el futuro, o si dichas habilidades no son las requeridas en el
mercado laboral local. En el siguiente diagrama se muestran los aspectos
del desarrollo humano que son esenciales (es decir, que son una parte
fundamental del desarrollo humano), y aspectos que son más contextuales
(es decir, que ayudan a crear las condiciones para que las personas
prosperen). Tres aspectos esenciales del desarrollo humano son vivir una
vida sana y creativa, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos
que proporcionan un nivel de vida digno. Hay muchos más aspectos
importantes, sobre todo los que crean las condiciones necesarias para
desarrollo humano, como son la sostenibilidad medioambiental y la igualdad
entre hombres y mujeres.
ETAPAS DEL DESARROLLO HUMANO
Hoffman,
(1996) menciona que uno de los factores que influyen en el desarrollo es la
situación de las personas dentro de su ciclo de vida. Cuando hablamos del ciclo
de vida, lo dividimos en las siguientes etapas: lactancia, infancia,
adolescencia, adultez inicial, adultez madura y senectud o vejez. Aunque esta
división nos parezca normal, no es compartida por todas las sociedades
contemporáneas, ni siquiera por nuestra propia sociedad en épocas anteriores.
Algunas
sociedades dividen la vida en tres periodos (infancia, niñez y vida adulta) o
sólo en dos (infancia y vida adulta). La forma en que los individuos de una
sociedad contemplan el ciclo de la vida depende en gran parte de su sistema
social y económico, ejemplo durante la Edad Media la infancia duraba hasta los
7 años; entonces el joven empezaba a trabajar con los adultos. Algunas pautas
biológicas parecen tener sentido el momento del nacimiento separa la gestación
de la lactancia, la pubertad separa la niñez de la adolescencia. Los eventos
sociales también actúan como marcadores del periodo de vida.
El
asumir roles de adulto en el trabajo o matrimonio marca el fin de la
adolescencia y marca el comienzo de la vida de adulto, mientras que la pérdida
de tales papeles, como el retiro del trabajo, son igualmente significativos
pues marca el inicio de la senectud. También pueden emplearse los
acontecimientos cognitivos la capacidad de hablar marca el final de la etapa de
lactancia para iniciar la infancia, la madurez en el razonamiento separa la
infancia de la adolescencia.
Nuestra
inconsistencia en la selección de los marcadores de periodos en la vida pone de
relieve un hecho acerca del desarrollo en el que la mayoría de los psicólogos
están de acuerdo. La edad cronológica es una manera deficiente de dividir el
ciclo de la vida, y es en los mayores en los que menos útil resulta. Los
marcadores biológicos, cronológicos y sociales coinciden aproximadamente con
las principales fases de la vida, pero comúnmente ocurren simultáneamente. De
todos modos, al hablar del desarrollo parece conveniente utilizar cinco
periodos cronológicos, que más o menos corresponden a nuestra cultura.

El
periodo de lactancia empieza en el nacimiento y comprende hasta aproximadamente
2 años de edad.
El
segunda periodo es la infancia desde los 2 años hasta la niñez tardía de unos
12 años.
El tercer periodo es la adolescencia que
comienza con la pubertad que es el final de la infancia y el inicio de la
adolescencia comprende de los 12 a los 20 años.
El
cuarto periodo es la adultez inicial que abarca de los 20 a los 40 años.
El
quinto periodo es la adultez madura que abarca de los 40 a los 60 años de edad.
Y
el sexto periodo senectud o vejez abarca de los 60 años en adelante.
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